lunes, 15 de junio de 2015

Discurso Constitución del Ayuntamiento Albacete, 13 junio 2015

Alcalde, concejalas y concejales, representantes de instituciones y colectivos de la ciudad, vecinos y vecinas, buenos días



Iniciamos una nueva etapa en la política municipal de nuestra ciudad, que confiemos sea fecunda y represente un punto de inflexión en la apuesta por una mejor democracia y una mayor cohesión social.

En primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento a las 13.446 personas que depositaron su confianza en Ganemos Albacete el pasado 24 de mayo y con sus votos han posibilitado estos cinco escaños. Las concejalas y concejales de Ganemos Albacete vamos a trabajar y esforzarnos para no defraudarles. Entendemos la política como servicio público para el interés de la mayoría social y éste es el compromiso que asumimos.



Esta plataforma ciudadana de la que soy portavoz, se ha convertido en pocos meses en una opción política alternativa fruto de la confluencia de muchas personas y colectivos de Albacete que no nos resignamos ante la falta de oportunidades, la injusticia y la fragmentación social. Hemos querido ser la voz de la ciudadanía que se rebela ante una vida sin esperanza, que quiere cambiar su ciudad porque no ofrece oportunidades para todos, y que cree en la política como servicio público y “como la búsqueda de la felicidad colectiva”.

Desde Ganemos Albacete ofrecemos a la sociedad albaceteña otra manera de hacer política, alejada de la “ley de hierro de la oligarquía” que gobierna las organizaciones políticas tradicionales, que a menudo dejan de ser un medio para alcanzar determinados objetivos socioeconómicos y se transforman en un fin en sí mismo, en maquinarias para que ciertas élites se perpetúen en el poder[1].

Para conjurar este problema en Ganemos Albacete nos dotamos de un mecanismo asambleario de toma de decisiones y tenemos la horizontalidad y la democracia participativa como señas de identidad. Apostamos por la honestidad y el compromiso social en la acción política, que debe ser colectiva para que no perdamos de vista la búsqueda del bien común.

En los últimos años se ha vivido la desafección y el descrédito de la política. Nos rodea un amplio fenómeno de corrupción incrustado en las instituciones más importantes del Estado, con la complicidad de algunos partidos políticos que han gobernado en connivencia con intereses privados, produciendo un expolio de los bienes comunes y un gravísimo menoscabo de la democracia.



Como decíamos en nuestro manifiesto fundacional: “En Albacete gran parte de la población está perdiendo calidad de vida. Es preciso poner límite a esta situación. Queremos poner la economía y las instituciones al servicio de la ciudadanía”. No queremos políticos que engañan o miran para otro lado ante los problemas de la gente atrapada en el desempleo, la pobreza, la exclusión o la marginalidad. Nos rebelamos ante la política deshonesta, deshumanizada e ineficaz.

Por ello, Ganemos Albacete quiere demostrar que hay otra forma de hacer política y que es necesario devolver a las personas su protagonismo, dándoles la oportunidad de pronunciarse sobre los temas importantes que afectan a su municipio y a su día a día. Nuestra propuesta está abierta a toda la ciudadanía de Albacete, y los cargos públicos de Ganemos, las concejalas y concejales que hoy iniciamos mandato, nos ofrecemos a escuchar y colaborar con nuestros vecinos para atender sus problemas, sus ideas, sus propuestas para una vida mejor y una ciudad más inclusiva y habitable. Este es nuestro reto, somos una opción política que ha sido construida de abajo a arriba, a diferencia de los otros partidos políticos, y queremos contribuir a devolver la ilusión a las personas.

En los últimos años hemos sufrido unas políticas públicas de gestión de la crisis que han representado un ataque frontal al bienestar de las clases populares de este país y de esta ciudad. La reforma laboral del PP, sus políticas de ajuste, el Plan de Ajuste del gobierno de Bayod y los recortes de Cospedal han ocasionado un descenso de la calidad de vida de la población que vive de su trabajo, que es la mayoría. El descenso de los salarios y del número de asalariados no sólo ha lastrado la salida de la crisis sino que supone un empobrecimiento de buena parte de la población. A esto se ha añadido una pérdida de protección social mediante los recortes de gasto público que ha alejado a los ciudadanos de los servicios públicos y ha mermado su calidad. En nuestra comunidad es patente el deterioro de la sanidad y la educación públicas, la degradación ambiental es más profunda, la falta de oportunidades ha expulsado a nuestros jóvenes en una emigración económica forzada lamentable y la precarización de las condiciones de vida y de trabajo para miles de familias es una evidencia.

Iniciamos un mandato en el que se desarrollará la Ley para la Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local que el PP ha impuesto para socavar el poder democrático municipal con la excusa de la eficiencia económica y el control del gasto público. Muchas competencias están en el limbo, sin aclarar y sin financiarse y se han puesto en peligro los servicios públicos municipales, los de más proximidad a la ciudadanía. Esta ley, aprobada casi en solitario por el PP, supone un atentado contra la autonomía local. Es reflejo y consecuencia de los principios de austeridad y recortes presupuestarios consagrados por la Ley 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que desarrolla el artículo 135 de la Constitución Española, un artículo modificado a espaldas de la ciudadanía que prioriza el pago de la deuda a cualquier otro gasto y pone, en definitiva, el Gobierno al servicio de los mercados.



Bajo esa premisa económica del control del déficit se abordan soluciones de marcado sesgo ideológico neoliberal y se convierten servicios públicos en negocios de los que se benefician unos pocos. Esta ley impide que los Ayuntamientos puedan seguir aplicando políticas sociales, de empleo, de cercanía, de apoyo a la educación, de apoyo a los ciudadanos, porque no tenemos recursos, ni capacidad, ni competencias para hacerlo. La democracia local, que con tantas dificultades se construyó, está en peligro por esta ley. Desde este grupo municipal defendemos que pueblos y ciudades sean espacios de ejercicio democrático al servicio de los intereses de sus gentes y no de quienes quieren hacer negocio a costa de la calidad de vida y los derechos de los pueblos. Uniremos nuestra voz a la de quienes defienden el municipalismo democrático al servicio la ciudadanía y pediremos que se revierta esta normativa, pendiente de recurso ante el Tribunal Constitucional.   

En los últimos cuatro años, las políticas de recortes y las reformas antidemocráticas, como la citada, impuestas por las mayorías absolutas del PP, se han realizado contra el mandato popular, pues no formaron parte de la oferta electoral de 2011 y ahora han sido desautorizadas en las urnas. El castigo democrático a las políticas neoliberales y el rechazo a las prácticas corruptas, clientelares y alejadas de los intereses generales han sido claros en las elecciones municipales y autonómicas de 2015. La composición de este pleno municipal, la mayor pluralidad de esta corporación, el gobierno en minoría del nuevo alcalde, son prueba de ello. Conviene tomar nota de ello y cambiar los objetivos y las formas de gobernar.

Desde este grupo municipal estamos dispuestos a plantear alternativas a los problemas de Albacete y sus gentes. Tenemos voluntad de diálogo y capacidad de propuesta. Traeremos a este pleno lo que entendemos que son las prioridades de la ciudadanía de Albacete para debatir y, si es posible, llegar a acuerdos para mejorar la vida de la gente, para que la gestión municipal se haga al servicio de la mayoría.



Nuestras prioridades y nuestros ejes de trabajo para estos años son:

-   - Participación, Transparencia, Honestidad. No queremos que estas palabras se queden huecas. No sirve de nada que estén en los discursos y en los programas electorales. Hay que cumplirlas y hay que explicar, por ejemplo, Sr Cuenca, si ha habido un pacto con Ciudadanos para que usted alcance la Alcaldía de Albacete como se pregunta la gente. Y si lo ha habido en qué consiste. Sin esconderse. Es lícito llegar a acuerdos pero lo honesto y transparente es explicarlos. Para que la ciudadanía pueda evaluarlo y la oposición realizar nuestra labor de control y propuesta con toda la información.

-    - Lucha contra la pobreza y la exclusión: Queremos justicia social y lucha contra la desigualdad. Pediremos más presupuesto y más medios para que desde las administraciones públicas (municipal, provincial y autonómica) se establezca un auténtico plan de rescate a las personas con más dificultades. Más dotación de servicios sociales públicos, programas de empleo y ayudas sociales para la población que está en situación de emergencia social. Queremos una ciudad libre de desahucios y que se garantice el derecho a la vivienda y unas condiciones dignas. No nos sirve con ayudas puntuales, queremos justicia y derechos para todos y todas.

-         -Hay que seguir trabajando porque en nuestra ciudad se alcancen mayores cotas de igualdad y cohesión social. Queremos una ciudad inclusiva, que reconozca las diferentes necesidades de las personas (infancia, juventud, mayores, personas con diversidad funcional) y potencie el respeto a la diversidad. Que practique la solidaridad, y apoye la convivencia intercultural y en la diversidad. Que tenga en cuenta la perspectiva de género en sus políticas y potencie la educación en valores y la cultura de paz.

-       - Sostenibilidad y nuevo modelo de vida (producción, consumo). Tenemos mucho que mejorar en nuestra ciudad desde el punto de vista de la sostenibilidad. Hay que avanzar en proyectos como la construcción de la depuradora de aguas residuales, que lleva paralizada casi cinco años; el tratamiento adecuado de los residuos, con la necesaria implantación del contenedor de materia orgánica en todos los barrios, o la necesaria puesta en marcha del Plan de movilidad sostenible, redactado desde hace cuatro años, aprobado por interés burocrático hace poco y sin dotar ni desarrollar en todo el mandato del PP. 

-  El Ayuntamiento debe ser agente dinamizador de un nuevo modelo productivo e impulsar propuestas que exploren iniciativas económicas con un valor añadido. Urge aprovechar los recursos propios y ponerlos a trabajar por el futuro de la ciudad. No podemos permanecer impasibles ante la descapitalización humana que supone la huida de nuestros jóvenes ante la falta de oportunidades. La estabilidad económica no puede dejarse al albur de la iniciativa privada, o de la genialidad individual. Hay que poner bases sólidas y generar oportunidades con recursos, con apoyos, con apuestas propiciadas colectiva y solidariamente. La economía social, los proyectos colaborativos, el apoyo a la investigación deben ser apuestas para una nueva economía que genere empleo de calidad y cubra las necesidades sociales.

-      -   Queremos un modelo cultural y de ocio al que acceda toda la sociedad y que apoye la creatividad y la actividad cultural generada por nuestros artistas y empresas culturales locales. Pensamos que el espacio urbano y los recursos públicos se deben poner al servicio de las personas y de los colectivos que tienen iniciativas que desarrollar. También para la práctica del deporte de base, para que la convivencia y el disfrute de nuestra ciudad amplíen la vida en común y se avance en el bienestar del conjunto.



El único objetivo que nos mueve es trabajar para mejorar la ciudad de Albacete y la calidad de vida de todas las personas que en ella viven, primando por supuesto siempre a quienes más dificultades tienen para tener sus necesidades básicas cubiertas y vivir con dignidad. Nuestro programa ha sido elaborado colectivamente y está abierto a mejoras, sugerencias y correcciones. Y está elaborado desde la cercanía, por las personas que sufren los problemas y conocen las soluciones. No nos preocupa tener que adaptarlo o revisarlo, es parte de un proyecto dinámico y participativo pensado para la mayoría, no para el interés de unos pocos.

En Ganemos Albacete apostamos por  acciones concretas, asumibles, viables económicamente y rentables socialmente. Y nos da igual que no estemos en el gobierno, vamos a dar la batalla para sacarlas adelante, con diálogo y razonamiento, convenciendo. Confiamos encontrar en el resto de grupos y, particularmente, en el grupo popular la actitud receptiva y dialogante que requiere este nuevo tiempo y esta nueva realidad democrática. Sr Cuenca, tiene un gobierno en minoría y una corporación plural y equilibrada, de su talante dependerá el éxito de su gestión. Si tiene voluntad de diálogo y acuerdo, si escucha a la oposición y atiende sus propuestas, muchas iniciativas podrán salir adelante, si se enroca en su posición de poder, nos tendrá enfrente.



Y por último, me dirijo a la población, a los vecinos y vecinas de Albacete para ofrecerles nuestro trabajo y colaboración. En Ganemos Albacete queremos demostrar con hechos y conductas que hay otra forma de hacer política: con diálogo, ejerciendo la escucha activa y responsable, y facilitando la participación real de la ciudadanía en la toma de decisiones importantes. Esto no requiere grandes inversiones, sino voluntad y actitud.

Queremos llevar la voz de las personas al Ayuntamiento porque el sentido común nos dice que cuantas más personas, colectivos, asociaciones u  organizaciones sectoriales opinen y hagan aportaciones sobre temas de su interés más fácil será diseñar una solución. Las puertas de nuestros despachos van a estar abiertas, pero nuestros despachos en las instituciones no son más que un apéndice de Ganemos Albacete. Detrás de los cinco concejales y concejalas hay todo un equipo de personas comprometidas y dispuestas a trabajar en la defensa de los intereses de la mayoría.

Garantizamos cercanía, honestidad, trabajo, decencia y empatía. No queremos privilegios ni prebendas que nos alejen de la realidad y que distorsionen nuestra percepción de los problemas y del día a día de la gente. Estaremos siempre con un pie en las instituciones y mil en la calle. Estamos convencidos de que para transformar la sociedad y cambiar la acción política hace falta la movilización social, es preciso que el poder de la gente se plasme en la lucha en la calle y en las instituciones. Y hace falta un cambio cultural al que no pueden ser ajenos los medios de comunicación. Hay que acabar con el pensamiento único y el único relato posible. La rebeldía también se canaliza en qué historias se cuentan y qué hechos se reflejan.  



Con orgullo y humildad, en Ganemos Albacete nos sentimos parte de esa conciencia crítica y de esa gente rebelde que no se resigna. Queremos fraguar la alternativa que aspira a construir otro mundo y otra ciudad posibles donde la ciudadanía mantenga su dignidad y ejerza con libertad su recorrido vital.

Me permito un comentario personal: Agradezco a las personas que han depositado en mí su confianza para encabezar este proyecto. En Ganemos no somos partidarios de focalizar las expectativas en unas pocas personas, somos más bien amigos de liderazgos colectivos. No obstante, el peso de la responsabilidad recae en unos más que en otros. He vivido con orgullo y compromiso el tiempo que he sido concejala de Izquierda Unida en este Ayuntamiento y confío en no defraudar a los votantes y activistas de Ganemos Albacete en esta etapa que hoy se inicia.

Y quiero tener un recuerdo para mi familia a quien he privado de dedicación y cuidados por mi actividad política.

Creo en la importancia de las organizaciones colectivas y Ganemos Albacete es una gran propuesta colectiva. Una plataforma ciudadana de confluencia plural de la izquierda social y política y de muchas personas independientes comprometidas con su ciudad. Con Ganemos buscamos reforzar los valores y las oportunidades de quienes remamos a contracorriente del poder porque queremos hacer posible una vida mejor para la mayoría social.






[1] Estas palabras, estas advertencias, están hechas hace muchas décadas, casi un siglo, pertenecen al politólogo y sociólogo alemán Robert Michels, que en su obra Los partidos políticos, reflexiona sobre el papel de las élites y los límites de la democracia entendida como gobierno del pueblo, cuando la burocracia de los partidos y la reproducción de las élites anulan los ideales políticos que se pretenden defender.