VALORACIÓN DE LA FERIA
DE ALBACETE 2013
No ha sido una feria para todos-as. El recinto ferial se ha
convertido en un gran centro de consumo, previo pago, más que de disfrute. Por
tanto muchos ciudadanos no han podido acudir y disfrutar de la feria por su precaria
situación económica.
Las repercusiones del pregón de feria: El pregón de Esperanza
Pedreño ha sido objeto de debate, comentario y controversia como pocos se
recuerdan. Desde luego fue un pregón original, una bufonada en el mejor sentido
de la palabra, lleno de provocación, gracia, tono crítico y desparpajo,
poniendo en un brete a la autoridad y frivolizando con asuntos que a algunos
les parecen “intocables”. Tal desenfado no gustó a todo el mundo pero, a
nosotros, nos han llegado más felicitaciones que quejas pues muchas personas
disfrutaron del espectáculo en directo o en reproducciones de video que nos
consta han circulado mucho. Agradecemos a Esperanza su valentía y su esfuerzo.
Si comenzamos por el inicio hay
que decir que la Cabalgata de apertura
se inició aseadita y terminó un tanto desordenada. No hubo novedades y se
agradecería algo más de riesgo e innovación para próximas ferias. Es difícil
cuando el objetivo que se fija el gobierno municipal es disminuir el gasto y el
parámetro de evaluación positiva al que recurre el concejal es “como siempre se
ha hecho”.
Si entramos en uno de los asuntos polémicos hay que decir que ha habido
botellón durante toda la feria. Los jóvenes han desafiado la prohibición y
han adaptado el consumo a sus economías (precarias). La falta de espectáculos
de entrada libre, el precio de la entrada en los conciertos (sin descuentos) y
las propias deficiencias de la programación no han favorecido que se buscaran
otras alternativas de ocio distintas al botellón en cuadrilla. Falta una buena
oferta de ocio alternativo para hacer frente al botellón.
Las quejas de los hosteleros son
buena prueba de que la prohibición del botellón no ha funcionado y sus
expectativas de negocio parece que no se han cumplido. Reconozco la dificultad de evitar “el botellón” en la
feria. Por ejemplo, si yo me llevo un bote de cerveza del puesto del jamón
al de la tortilla (que está al lado) `porque no lo he terminado y prefiero no
pedir otra bebida ¿eso es botellón? ¿Y si es de coca-cola el bote? ¿Y si es sin
alcohol? ¿Me puede multar la policía local? ¿Y las botas de vino o vermut que
se reparten durante la
Cabalgata ? ¿Están excluidas de la prohibición de la
ordenanza? O se puede calificar como “Botellón paseante” o “desfile de carrozas
y peñas haciendo partícipes del botellón a las autoridades”. En fin, el colmo
del absurdo y el sin sentido.
La programación de espectáculos y sus carencias:
Programación de conciertos ha
sido floja y poco asequible para el gran público. Ha habido poca gracia en la
selección con alguna digan excepción (Chambao, José Mercé y algún otro) pero
con grandes fracasos como la suspensión (previsible y anunciada) de Manolo
Escobar. Poco realce, ninguna figura de relieve internacional, pocas figuras
reconocidas, mucho grupo antiguo, cantantes que homenajean a los desaparecidos,
etc. La asistencia a los conciertos (a falta de datos oficiales) se nos antoja
muy floja, salvo excepciones.
Respecto a la programación
infantil ha habido de todo: buena oferta en el parque de Abelardo Sánchez, poca
en el resto de la ciudad y entradas caras en las atracciones de feria (más que
en ciudades de nuestro entorno: 3€ frente a 2-2,5). El día infantil resulta ser
“el chocolate del loro” el tique es más barato pero el paseo dura la mitad, por
lo que se percibe más fraude y engañabobos que oferta generosa para el público
infantil. Se echa de menos más teatro infantil y programar actividades en más
espacios de la ciudad.
El gobierno de Cospedal ha disfrutado de la feria y alguno de alguna
pitada contestataria, pero la presidenta sólo ha ido a misa de la Catedral. No ha pisado ningún
acto público en la Feria
(la misa debiera ser un acto privado), no se ha expuesto a la opinión del “pueblo
llano”. Le ha dejado todo el protagonismo a Bayod que se ha llevado los parabienes y “paramales” de la gente. Y
hay que comentar la falta de cintura y talante democrático que la alcaldesa ha
demostrado una vez más, cuando se ha encontrado con la crítica y la protesta ha
reaccionado con enfado y autoritarismo, cuando su cargo le exige prudencia,
tolerancia y respeto a la discrepancia.
No hemos enviado corresponsales a
las misas de la patrona ni a las corridas de toros pero hemos recogido un hecho
destacable que sucedió en la Plaza de toros de Albacete. No se entienda
como una valoración de la feria taurina, esa que la hagan los expertos. Los
asistentes a la corrida del día 16 presenciaron en directo el sufrimiento adicional
de un toro que se quebró una pata. Hasta los más aficionados se sintieron
conmovidos con el sufrimiento del animal en el ruedo durante casi media hora.
Toda una lección para repensar la bondad de la fiesta.
Ha mejorado la movilidad en la ciudad (menos coches aparcados en las
aceras, menso carril-bici invadidos), los aparcamientos de bicis han estado ocupados,
más o menos según las diferentes horas. En parte, se explica por la menor
afluencia de público (incluso los fines de semana ha habido ratos tranquilos). Y
la gente se queja de que el autobús no sea gratis. Eso aleja a gente de la
feria, porque les supone un gasto más al que hacer frente. No obstante, nos han
llegado quejas por la falta de señalización y la dificultad de acceso al
aparcamiento de la feria: además de la dificultad de llegar, no estaba
señalizado (ni se avisaba a los vigilantes de las valles de acceso) de que
estaba lleno con el consiguiente cabreo de quienes después del recorrido y el
atasco se encontraban sin plaza de aparcamiento.
Otros detalles:
Un año más, la señal de telefonía móvil era deficiente: la falta de cobertura
en muchos espacios era lo habitual.
A la Posada del Rosario seguían
llegando turistas preguntando por la
Oficina de Turismo, parece ser que en Internet no se ha
actualizado la información que debiera indicar su cierre e indicar la ubicación
de la del Altozano o en el punto de información del recinto ferial. En fin, en información turística en feria no se
han gasto mucho nuestras autoridades, justo cuando “millones de personas nos
vistan”.
La limpieza del recinto ha dejado mucho que desear. La feria se veía
sucia (se percibía así a la vista y al olfato) durante muchas horas al día. Los
alrededores de la feria también el mal olor se extendía a las calles adyacentes.
En el recinto se detectaba falta de papeleras, por lo que la suciedad se
acumulaba debajo de los árboles. El ahorro ha llegado al papel higiénico: era
imposible encontrar papel en los baños públicos, ni siquiera en los de la Caseta. Jabón de manos,
tampoco, desde luego y los aseos más sucios que otros años. Reforzar los turnos
de limpieza parece una necesidad clara.
La voracidad de los feriantes con sus toldos, lonas, mesas en las
zonas de tránsito del recinto ha impedido disfrutar de la belleza del recito
ferial, de la armonía de sus arcos, de la sencillez de sus tapiales. Ha
proliferado como nunca los artefactos para agrandar el aforo de los stands,
para ganar clientes y consumidores aún a costa del espacio para el tránsito y
de tapar las paredes originales del “chiringuito” en cuestión con carteles
enormes, fosforitos y horteras, en fin. Esto se ha podido observar, con
especial desagrado en la calle del recinto que conduce a la plaza de
Talabarteros, por ej. Es lamentable que
queden pocos stands con productos y ofertas específicos, en todos hay lo mismo,
comida y bebida o los mismos productos, si miramos los puestos de vendedores de
fuera del recinto.
Nos han llegado quejas por la persecución de actividades espontáneas de
diverso tipo. Y nos preguntamos ¿qué miedo tienen las autoridades a la
libertad de expresión de los ciudadanos que les ha llevado a dar instrucciones
tan absurdas? Y es que algunas actuaciones de la policía local sólo podemos
calificar de “exceso de celo” en perseguir la actividad de los espontáneos
(artistas callejeros, vendedores, ambulantes, dos manifestantes con carteles de
“No a la guerra” y otros). Una anécdota que es buen ejemplo de tal exceso de
celo: la demostración de RCP de la facultad de Enfermería que se hizo el sábado
14 frente al stand de la UCLM
fue interrumpida por la Policía Local
y hubo de ser consultada el la
Comisión de Feria porque se les consideró “no autorizados”
para tal espectáculo de calle. Igual suerte tuvieron los participantes en el
taller de teatro de al UP que fueron denunciados por un ciudadano por sentirse
molesto con las parodias que veía y que consiguió que la PN identificara a los
participantes. Esto sólo puede calificarse de estúpidas actuaciones represivas.
Como nota de color “positiva”
celebramos la actualización del traje
manchego que han realizado los y las jóvenes: las falditas de tubo cortas
con los colores manchegos, los chalecos, camisetas decoradas, etc. suponen una
popularización y actualización que hacen más cómodo y divertido vestirse de
fiesta, sin el boato, la pesadez y la incomodidad que representan “moñetes y
refajos”.
Y hemos podido constatar que, a
pesar de todo, mucha gente tenía ganas de divertirse y se resignaban a
abandonar el recinto el último día: ojalá
tuviéramos el mismo entusiasmo para defender derechos, servicios
públicos y reclamar soluciones reales a los problemas que nos aquejan. Nosotros,
desde IU, hemos cuidado esa vertiente reivindicativa en nuestro stand con carteles
y actividad divulgativa que ha permitido el diálogo y el encuentro con la
gente.
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