Alcalde, concejalas y
concejales, representantes de instituciones y colectivos de la ciudad, vecinos
y vecinas, buenos días
Iniciamos una nueva etapa en
la política municipal de nuestra ciudad, que confiemos sea fecunda y represente
un punto de inflexión en la apuesta por una mejor democracia y una mayor
cohesión social.
En primer lugar, quiero
expresar mi agradecimiento a las 13.446 personas que depositaron su confianza
en Ganemos Albacete el pasado 24 de mayo y con sus votos han posibilitado estos
cinco escaños. Las concejalas y concejales de Ganemos Albacete vamos a trabajar
y esforzarnos para no defraudarles. Entendemos la política como
servicio público para el interés de la mayoría social y éste es el compromiso
que asumimos.
Esta plataforma ciudadana de
la que soy portavoz, se ha convertido en pocos meses en una opción política
alternativa fruto de la confluencia de muchas personas y colectivos de Albacete
que no nos resignamos ante la falta de oportunidades, la injusticia y la
fragmentación social. Hemos querido ser la voz de la ciudadanía que
se rebela ante una vida sin esperanza, que quiere cambiar su ciudad porque no
ofrece oportunidades para todos, y que cree en la política como servicio
público y “como la búsqueda de la felicidad colectiva”.
Desde Ganemos Albacete
ofrecemos a la sociedad albaceteña otra manera de hacer política, alejada de la
“ley de hierro de la oligarquía” que gobierna las organizaciones políticas
tradicionales, que a menudo dejan de ser un medio para alcanzar determinados
objetivos socioeconómicos y se transforman en un fin en sí mismo, en
maquinarias para que ciertas élites se perpetúen en el poder[1].
Para conjurar este problema en
Ganemos Albacete nos dotamos de un mecanismo asambleario de toma de decisiones
y tenemos la horizontalidad y la democracia participativa como señas de
identidad. Apostamos por la honestidad y el compromiso social en la acción
política, que debe ser colectiva para que no perdamos de vista la búsqueda del
bien común.
En los últimos años se ha
vivido la desafección y el descrédito de la política. Nos rodea un amplio
fenómeno de corrupción incrustado en las instituciones más importantes del
Estado, con la complicidad de algunos partidos políticos que han gobernado en
connivencia con intereses privados, produciendo un expolio de los bienes
comunes y un gravísimo menoscabo de la democracia.
Como decíamos en nuestro
manifiesto fundacional: “En Albacete gran parte de la población está perdiendo calidad
de vida. Es preciso poner límite a esta situación. Queremos poner la economía y
las instituciones al servicio de la ciudadanía”. No queremos políticos que engañan o
miran para otro lado ante los problemas de la gente atrapada en el desempleo,
la pobreza, la exclusión o la marginalidad. Nos rebelamos ante la política
deshonesta, deshumanizada e ineficaz.
Por ello, Ganemos Albacete quiere
demostrar que hay otra forma de hacer política y que es necesario devolver a
las personas su protagonismo, dándoles la oportunidad de pronunciarse sobre los
temas importantes que afectan a su municipio y a su día a día. Nuestra
propuesta está abierta a toda la ciudadanía de Albacete, y los cargos públicos
de Ganemos, las concejalas y concejales que hoy iniciamos mandato, nos
ofrecemos a escuchar y colaborar con nuestros vecinos para atender sus
problemas, sus ideas, sus propuestas para una vida mejor y una ciudad más
inclusiva y habitable. Este es nuestro reto, somos una opción política que ha
sido construida de abajo a arriba, a diferencia de los otros partidos políticos,
y queremos contribuir a devolver la ilusión a las personas.
En los últimos años hemos
sufrido unas políticas públicas de gestión de la crisis que han representado un
ataque frontal al bienestar de las clases populares de este país y de esta
ciudad. La reforma laboral del PP, sus políticas de ajuste, el Plan de Ajuste
del gobierno de Bayod y los recortes de Cospedal han ocasionado un descenso de
la calidad de vida de la población que vive de su trabajo, que es la mayoría.
El descenso de los salarios y del número de asalariados no sólo ha lastrado la
salida de la crisis sino que supone un empobrecimiento de buena parte de la
población. A esto se ha añadido una pérdida de protección social mediante los
recortes de gasto público que ha alejado a los ciudadanos de los servicios
públicos y ha mermado su calidad. En nuestra comunidad es patente el deterioro
de la sanidad y la educación públicas, la degradación ambiental es más profunda,
la falta de oportunidades ha expulsado a nuestros jóvenes en una emigración
económica forzada lamentable y la precarización de las condiciones de vida y de
trabajo para miles de familias es una evidencia.
Iniciamos un mandato en el que se desarrollará la Ley
para la Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local que el PP
ha impuesto para socavar el poder democrático municipal con la excusa de la
eficiencia económica y el control del gasto público. Muchas competencias están
en el limbo, sin aclarar y sin financiarse y se han puesto en peligro los
servicios públicos municipales, los de más proximidad a la ciudadanía. Esta
ley, aprobada casi en solitario por el PP, supone un atentado contra la
autonomía local. Es reflejo y consecuencia de los principios de austeridad y
recortes presupuestarios consagrados por la Ley 2/2012, de 27 de abril, de
Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que desarrolla el
artículo 135 de la Constitución Española, un artículo modificado a espaldas de
la ciudadanía que prioriza el pago de la deuda a cualquier otro gasto y pone,
en definitiva, el Gobierno al servicio de los mercados.
Bajo esa premisa económica del control del déficit se
abordan soluciones de marcado sesgo ideológico neoliberal y se convierten
servicios públicos en negocios de los que se benefician unos pocos. Esta ley
impide que los Ayuntamientos puedan seguir aplicando políticas sociales, de
empleo, de cercanía, de apoyo a la educación, de apoyo a los ciudadanos, porque
no tenemos recursos, ni capacidad, ni competencias para hacerlo. La democracia
local, que con tantas dificultades se construyó, está en peligro por esta ley. Desde
este grupo municipal defendemos que pueblos y ciudades sean espacios de
ejercicio democrático al servicio de los intereses de sus gentes y no de
quienes quieren hacer negocio a costa de la calidad de vida y los derechos de
los pueblos. Uniremos nuestra voz a la de quienes defienden el municipalismo
democrático al servicio la ciudadanía y pediremos que se revierta esta normativa,
pendiente de recurso ante el Tribunal Constitucional.
En los últimos cuatro años, las políticas de recortes
y las reformas antidemocráticas, como la citada, impuestas por las mayorías
absolutas del PP, se han realizado contra el mandato popular, pues no formaron
parte de la oferta electoral de 2011 y ahora han sido desautorizadas en las
urnas. El castigo democrático a las políticas neoliberales y el rechazo a las
prácticas corruptas, clientelares y alejadas de los intereses generales han
sido claros en las elecciones municipales y autonómicas de 2015. La composición
de este pleno municipal, la mayor pluralidad de esta corporación, el gobierno
en minoría del nuevo alcalde, son prueba de ello. Conviene tomar nota de ello y
cambiar los objetivos y las formas de gobernar.
Desde este grupo municipal
estamos dispuestos a plantear alternativas a los problemas de Albacete y sus
gentes. Tenemos voluntad de diálogo y capacidad de propuesta. Traeremos a este
pleno lo que entendemos que son las prioridades de la ciudadanía de Albacete
para debatir y, si es posible, llegar a acuerdos para mejorar la vida de la
gente, para que la gestión municipal se haga al servicio de la mayoría.
Nuestras prioridades y nuestros ejes de trabajo para estos
años son:
- - Participación, Transparencia, Honestidad. No
queremos que estas palabras se queden huecas. No sirve de nada que estén en los
discursos y en los programas electorales. Hay que cumplirlas y hay que explicar,
por ejemplo, Sr Cuenca, si ha habido un pacto con Ciudadanos para que usted
alcance la Alcaldía de Albacete como se pregunta la gente. Y si lo ha habido en
qué consiste. Sin esconderse. Es lícito llegar a acuerdos pero lo honesto y
transparente es explicarlos. Para que la ciudadanía pueda evaluarlo y la oposición
realizar nuestra labor de control y propuesta con toda la información.
- - Lucha contra la pobreza y la exclusión:
Queremos justicia social y lucha contra la desigualdad. Pediremos más
presupuesto y más medios para que desde las administraciones públicas
(municipal, provincial y autonómica) se establezca un auténtico plan de rescate
a las personas con más dificultades. Más dotación de servicios sociales
públicos, programas de empleo y ayudas sociales para la población que está en
situación de emergencia social. Queremos una ciudad libre de desahucios y que
se garantice el derecho a la vivienda y unas condiciones dignas. No nos sirve
con ayudas puntuales, queremos justicia y derechos para todos y todas.
- -Hay que seguir trabajando porque en nuestra
ciudad se alcancen mayores cotas de igualdad y cohesión social. Queremos una
ciudad inclusiva, que reconozca las diferentes necesidades de las personas
(infancia, juventud, mayores, personas con diversidad funcional) y potencie el
respeto a la diversidad. Que practique la solidaridad, y apoye la convivencia intercultural
y en la diversidad. Que tenga en cuenta la perspectiva de género en sus
políticas y potencie la educación en valores y la cultura de paz.
- - Sostenibilidad y nuevo modelo de vida
(producción, consumo). Tenemos mucho que mejorar en nuestra ciudad desde el
punto de vista de la sostenibilidad. Hay que avanzar en proyectos como la construcción de la depuradora de aguas
residuales, que lleva paralizada casi cinco años; el tratamiento adecuado de
los residuos, con la necesaria implantación del contenedor de materia orgánica
en todos los barrios, o la necesaria puesta en marcha del Plan de movilidad
sostenible, redactado desde hace cuatro años, aprobado por interés burocrático
hace poco y sin dotar ni desarrollar en todo el mandato del PP.
- El Ayuntamiento
debe ser agente dinamizador de un nuevo modelo productivo e impulsar propuestas
que exploren iniciativas económicas con un valor añadido. Urge aprovechar los
recursos propios y ponerlos a trabajar por el futuro de la ciudad. No podemos
permanecer impasibles ante la descapitalización humana que supone la huida de
nuestros jóvenes ante la falta de oportunidades. La estabilidad económica no
puede dejarse al albur de la iniciativa privada, o de la genialidad individual.
Hay que poner bases sólidas y generar oportunidades con recursos, con apoyos,
con apuestas propiciadas colectiva y solidariamente. La economía social, los
proyectos colaborativos, el apoyo a la investigación deben ser apuestas para
una nueva economía que genere empleo de calidad y cubra las necesidades
sociales.
- - Queremos un modelo cultural y de ocio al que
acceda toda la sociedad y que apoye la creatividad y la actividad cultural
generada por nuestros artistas y empresas culturales locales. Pensamos que el
espacio urbano y los recursos públicos se deben poner al servicio de las
personas y de los colectivos que tienen iniciativas que desarrollar. También
para la práctica del deporte de base, para que la convivencia y el disfrute de
nuestra ciudad amplíen la vida en común y se avance en el bienestar del
conjunto.
El único objetivo que nos mueve es trabajar para mejorar la
ciudad de Albacete y la calidad de vida de todas las personas que en ella
viven, primando por supuesto siempre a quienes más dificultades tienen para
tener sus necesidades básicas cubiertas y vivir con dignidad. Nuestro programa
ha sido elaborado colectivamente y está abierto a mejoras, sugerencias y
correcciones. Y está elaborado desde la cercanía, por las personas que sufren
los problemas y conocen las soluciones. No nos preocupa tener que adaptarlo o
revisarlo, es parte de un proyecto dinámico y participativo pensado para la
mayoría, no para el interés de unos pocos.
En Ganemos Albacete apostamos por acciones concretas, asumibles, viables económicamente
y rentables socialmente. Y nos da igual que no estemos en el gobierno, vamos a
dar la batalla para sacarlas adelante, con diálogo y razonamiento, convenciendo.
Confiamos encontrar en el resto de grupos y, particularmente, en el grupo
popular la actitud receptiva y dialogante que requiere este nuevo tiempo y esta
nueva realidad democrática. Sr Cuenca, tiene un gobierno en minoría y una
corporación plural y equilibrada, de su talante dependerá el éxito de su
gestión. Si tiene voluntad de diálogo y acuerdo, si escucha a la oposición y
atiende sus propuestas, muchas iniciativas podrán salir adelante, si se enroca
en su posición de poder, nos tendrá enfrente.
Y por último, me dirijo a la población, a los vecinos
y vecinas de Albacete para ofrecerles nuestro trabajo y colaboración. En Ganemos
Albacete queremos demostrar con hechos y conductas que hay otra forma de hacer
política: con diálogo, ejerciendo la escucha activa y responsable, y
facilitando la participación real de la ciudadanía en la toma de decisiones
importantes. Esto no requiere grandes inversiones, sino voluntad y actitud.
Queremos llevar la voz de las personas al Ayuntamiento porque
el sentido común nos dice que cuantas más personas, colectivos, asociaciones
u organizaciones sectoriales opinen y
hagan aportaciones sobre temas de su interés más fácil será diseñar una
solución. Las puertas de nuestros despachos van a estar abiertas, pero nuestros
despachos en las instituciones no son más que un apéndice de Ganemos Albacete.
Detrás de los cinco concejales y concejalas hay todo un equipo de personas
comprometidas y dispuestas a trabajar en la defensa de los intereses de la
mayoría.
Garantizamos cercanía, honestidad, trabajo, decencia y
empatía. No queremos privilegios ni prebendas que nos alejen de la realidad y
que distorsionen nuestra percepción de los problemas y del día a día de la
gente. Estaremos siempre con un pie en las instituciones y mil en la calle. Estamos
convencidos de que para transformar la sociedad y cambiar la acción política hace
falta la movilización social, es preciso que el poder de la gente se plasme en
la lucha en la calle y en las instituciones. Y hace falta un cambio cultural al
que no pueden ser ajenos los medios de comunicación. Hay que acabar con el
pensamiento único y el único relato posible. La rebeldía también se canaliza en
qué historias se cuentan y qué hechos se reflejan.
Con orgullo y humildad, en Ganemos Albacete nos sentimos
parte de esa conciencia crítica y de esa gente rebelde que no se resigna.
Queremos fraguar la alternativa que aspira a construir otro mundo y otra ciudad
posibles donde la ciudadanía mantenga su dignidad y ejerza con libertad su
recorrido vital.
Me permito un comentario
personal: Agradezco a las personas que han depositado en mí su confianza para
encabezar este proyecto. En Ganemos no somos partidarios de focalizar las
expectativas en unas pocas personas, somos más bien amigos de liderazgos
colectivos. No obstante, el peso de la responsabilidad recae en unos más que en
otros. He vivido con orgullo y compromiso el tiempo que he sido concejala de
Izquierda Unida en este Ayuntamiento y confío en no defraudar a los votantes y
activistas de Ganemos Albacete en esta etapa que hoy se inicia.
Y quiero tener un recuerdo
para mi familia a quien he privado de dedicación y cuidados por mi actividad
política.
Creo en la importancia de las
organizaciones colectivas y Ganemos Albacete es una gran propuesta colectiva.
Una plataforma ciudadana de confluencia plural de la izquierda social y
política y de muchas personas independientes comprometidas con su ciudad. Con
Ganemos buscamos reforzar los valores y las oportunidades de quienes remamos a
contracorriente del poder porque queremos hacer posible una vida mejor para la
mayoría social.
[1]
Estas palabras,
estas advertencias, están hechas hace muchas décadas, casi un siglo, pertenecen
al politólogo y sociólogo alemán Robert Michels, que en su obra Los partidos políticos, reflexiona sobre
el papel de las élites y los límites de la democracia entendida como gobierno
del pueblo, cuando la burocracia de los partidos y la reproducción de las
élites anulan los ideales políticos que se pretenden defender.
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