Es difícil entender como alguien puede estar satisfecho
dejando sin becas de comedor a la ciudadanía castellano manchega. Sin rutas
urbanas de transporte. Sin gratuidad en los libros de texto. Sin departamentos
de actividades extraescolares. Sin menciones al plan de Lectura de Castilla la
Mancha. Con alumnado que no será evaluado por el profesorado de todo un curso
sino por otros recién llegados en septiembre. Sin escuela en frente de casa,
cerrada para ahorrarse un par de maestros, y viajando en un autobús a otra
fuera del pueblo del alumnado. Sin apoyos en escuela infantil y la disminución
de ATEs. Con una posible pérdida de ciclos formativos e, incluso, de algunos
bachilleratos en ciertos centros.
A todo esto tenemos que añadir las aulas masificadas para el
curso que viene con el aumento de la ratio en un 20% (+ 10% excepcionalmente),
lo que supondrá hasta 30 alumnos en 2º ciclo de infantil, 30 alumnos en
primaria, 36 en secundaria, 40 en bachillerato o 20 alumnos en PCPI y PDC.
Además el alumnado con necesidades especiales contará, a partir de ahora, como
1.
Y es que el profesorado de la pública verá reducido su
salario, una vez más. Se eliminará el complemento de maestros en los IES, la
compensación por kilometraje, el Programa de Acción Social al 50%, etc… También
se verán alteradas sus condiciones de trabajo al aumentar, de nuevo en
secundaria, las horas lectivas con el único fin de reducir personal. A eso
habrá que añadir la reducción de todo aquello que servía para aumentar la
calidad de la educación como las horas complementarias utilizadas en
interculturalidad, tutorías individualizadas o atención a la convivencia. Añadir
la nefasta cobertura de bajas o la recolocación y movilización forzosa de
funcionarios (movilidad geográfica).
También los profesionales no docentes verán como su
plantilla se reduce y sus condiciones empeoran llegando, incluso, a privatizar
ciertos servicios.
Todo enmarcado en un contexto de fomento de la escuela
privada y concertada y, por ende, de deterioro continuo de la escuela de todos
y todas: la escuela pública. La Educación es un derecho básico establecido y
garantizado en nuestra Constitución y esta debe ser de calidad y generadora de
igualdad de oportunidades entre la ciudadanía. Sin embargo, la política
educativa de nuestro Gobierno ha decido que la Educación de calidad lo sea
únicamente para las clases privilegiadas. Por todo ello se hace imprescindible
tomar medidas para evitar las tres “D”: deterioro, desprestigio y
desmantelamiento de la enseñanza pública que conducirían, rápidamente, a la
privatización.
Por todos estos ataques directos, continuados y premeditados
a la educación pública de calidad pedimos, antes de que finalice el curso, la
dimisión inmediata del Consejero de Educación, Cultura y Deporte y de toda la
administración educativa para que el puesto pueda estar ocupado por una persona
que no pretenda “aumentar el peso de la escuela concertada ni privada” en
detrimento de la pública. A su vez, desde el Área de Educación de IU-CLM
solicitamos una reunión con la nueva o nuevo consejero antes del inicio del
próximo curso.
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